Aren’t you drawn by the idea of having a whole town at your disposal to celebrate your wedding? This is what Tristan and Abigail did to celebrate their big day! From London to Mallorca to enjoy the beautiful tiny streets of Biniagual and set up all the wedding celebration in it. There they enjoyed their wedding in one of the most beautiful places of the area, picking a different and stunning location for each moment of the wedding.
For the ceremony they chose the sophisticated and elegant garden, which perfectly fit the bride and groom’s style without losing the mediterranean touch.
The decoration Mille Papillons created was perfect, getting to combine the last trends with the garden’s style. In order to do so she used a soft color palette with nude tones, dusty rose and dry leaves elements. The aperitif took place in the lemons’ garden, with its fruit trees and surrounded by mediterranean plants. The catering set some food stations and drinks bars.
But there is no doubt that what left everyone open-mouthed was the amazing imperial table for 100 guests that took the space of the main street from side to side. The vibe was magic and perfect for a beautiful summer night.
And to finish the night, the party couldn’t start but with one of Panela Production’s band acting in the wine cellar.
¿No os atrae la idea de poder disponer de todo un pueblo para celebrar vuestra boda? ¡Esto es lo que hicieron Tristan y Abigail para celebrar su gran día! Desde Londres a Mallorca para poder disfrutar de las preciosas calles de Biniagual para montar toda la celebración de la boda. Allí, disfrutaron de su boda, en uno de los lugares más bellos de la zona, eligiendo para cada parte de la boda un lugar diferente y sorprendente.
Para la ceremonia la elección fue un bonito jardín con carácter sofisticado y elegante que encaja perfectamente con el estilo de los novios y no pierde el estilo mediterráneo.
La decoración que creó Mille Papillons fue perfecta consiguiendo conjugar las últimas tendencias en decoración con el bonito estilo del jardín. Para ello utilizó una paleta de color suave en tonos nude, rosa dusty y elementos de hojas secas. El aperitivo se celebró en el jardín de los limones, con sus árboles frutales, y rodeados de plantas mediterráneas. El catering dispuso diferentes estaciones y barras de comida y bebida.
Pero sin duda, lo que no dejó indiferente a nadie fue la preciosa mesa imperial para 100 invitados que ocupaba toda la calle principal de cabo a cabo. El ambiente era mágico y perfecto para una bonita noche de verano.
Y para terminar la noche, la fiesta no podía empezar de mejor forma que con una de las bandas de Panela Production actuando en la bodega.
